Trastornos de lateralidad
Se considera que la lateralidad está predefinida genéticamente y por lo tanto entenderemos que no debemos interferir en su expresión, sino estimularla para que su canalización sea correcta. Cambiar “caprichosamente” la dominancia de la mano por motivos socioculturales supone un grave error que puede perturbar el funcionamiento cerebral.

- Lateralidad de definición tardía. El sistema nervioso tarda en establecer las dominancias predefinidas y se produce una dificultad en la integración de los referentes corporeoespaciales y los aprendizajes dependientes de estas bases.
- Lateralidad cruzada. La más habitual es la que afecta a la relación ojo-mano. En estos casos la dominancia manual y ocular no se corresponden generándose un conflicto de codificación direccional. Pero también puede ocurrir un cruce ocular-auditivo, afectándose la asociación audiovisual en la lectura.
- Lateralidad cruzada motora-sensorial global, en estos casos las dominancias sensoriales (oculares y auditivas) son homogéneas pero contrarias a la dominancia manual.
- Lateralidad contrariada. (zurdo contrariado o diestro contrariado). Se considera asi cuando la dominancia manual no se corresponde a la lateralidad general del sistema nervioso del paciente. En estos casos además de un conflicto direccional, se produce una afectación en la calidad de la praxis manual, que se traduce también en una caligrafía deficiente.
- Lateralidad patológica. Cuando el organismo no puede expresar su verdadera lateralidad por alguna causa patológica primaria.
En la consulta se efectúa una exploración en profundidad de la lateralidad, analizándose un conjunto de funciones práxicas y sensoriales, siguiendo un protocolo de pruebas en las que se tienen en cuenta los antecedentes , los condicionantes , las funciones comparativas y de rivalidad , dándoles a las habilidades culturales un valor menos relevante (equivocadamente se piensa que la lateralidad se puede diagnosticar en base a la mano que usamos para comer o escribir)
La lateralidad inicia su expresión a partir de los 3-3,5 a. Es importante que, en los casos dudosos, podamos establecer un diagnóstico entre los cursos de P-4 y P-5 (4-5 a).
Pero cuando esto no ha sido posible y existe algún trastorno de lateralidad , también se podrá hacer un tratamiento posterior que permita la reorganización lateral.
Es falso el criterio de que no conviene o no se puede corregir una dominancia manual después de los 7 a. Cada caso es analizado en su individualidad y se deciden las acciones más convenientes. Los trastornos de lateralidad son el origen de muchos de los problemas de aprendizaje escolar y una de las principales causas de dislexia.